viernes, 20 de junio de 2014

CARTA I

Te escondes atrás de esa mascara pensando que estas a salvo. Si crees que sos la víctima, porque es lo normal. El mundo no es tan negro, deja de padecer tu incomprensión y mira el cielo que, por ejemplo, es azul. No dejes que tu vida dependa de algo tan inestable y no creas en las indiferencias como sustento.
Tratás de ocultarte o de llamar la atención? No lo lleves a un extremo, no sos tan rara como pensas y por favor, abrí las puertas a la autenticidad que tiene cada ser humano. No exprimas lo bueno en vos, se libre.
La libertad no se encuentra en la intoxicación o los tonos grises. Esos no te hacen libre o fuerte, por el contrario, te hacen débil y esclavo. Liberarte no es de cuerpo, sino de mente, de "alma". Ser originalmente libre es pensar por vos mismo, no influenciarse por la masa, los medios. Que trastorno el tuyo, el de no encontrarte, el de buscarte en otras personas. El color de tu ropa o de tu pelo no decide quien eres, eso sólo decide a que multitud perteneces, cual de todas las multitudes que niegan ser multitud.
No seas triste, el momento de tu vida no lo desperdicies. Se autónoma a tú manera y a la de nadie más, deja de buscarte en lugares opacos, comienza a buscarte en libros. Ellos, a diferencia de los amigos, si puedes elegirlos. Elige sabiamente, escoge a que cosas aferrarte, a que personas, a que momentos. Elige muy sabiamente.

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