Un par más de autoboicots no van a dañar a nadie. Uno tan grande
que esconda el sol.
No pertenecemos a ningún tiempo ni espacio. Flotamos en el universo como partículas de polvo. Somos polvo,
insignificantes. El dolor de un individuo no es nada a comparación con el de
todo el polvo, con el de la vía láctea. Pero igual desgarra y rompe tejidos,
igual se siente la autodestrucción, hasta en los huesos.
Otros polvos no ven tan adentro, no se dan cuenta cuando hierve
la sangre y no sale la voz. Cada uno estará entonces, ocupado con el infierno
interno. Tu ceguera es la ceguera universal, al menos algo tenemos todos en
común, desinterés.
De la idealizada utopía de la vida nos separa un abismo. Decir
lejos implica existencia, cuando en realidad, en realidad, quizás ni viva. En
realidad quizás la mente nos juega una mala pasada. Quizás estas ideas son las
que nos mantienen despiertos. Pretender los lazos entre las partículas de
polvo, imaginar que existen y que son fuertes y que perduran.
Who will love you?
Who will
fight?
Who will
fall far behind?
Now listenin': Birdy
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